Hoy por vez primera
sentí el frío y el calor.
Escuché las olas del mar.
Y los silbatos desesperados
de los ambulantes a motor,
no me dejaron sensibilizar
el llanto alegre de mi madre,
ni las sonrisas de mi padre.
Sentí un leve ardor en mis piernas
y luego,
una explosión de emociones
que se fueron silenciando
al compás de unos latidos
más relajados...
No recuerdo, si abrí los ojos.
Pero seguramente,
vi el mundo por primera vez...