Desamor II

Cuando llega el desamor todo se fractura...
sueños, esperanzas, proyectos y algunas vidas.

¿Y si fueron acaso, torpes osadías?
¿O viejos ropajes que solamente 
mudaron al cuerpo?

¿Se ha roto acaso, alguna promesa,
la posibilidad de un hogar,
de aquella casita con su alcoba
o para dos, alguna mesa?

Quizá es una especie de arterioesclerosis 
alojada en las costumbres,
quien ahora pasa la factura...

Ya no importa si fuiste tú, o si fui yo.

Ahora elijo la dicha
y comparto mi esencia.

Junto a mí,
volarán otros sueños alados 
y alegres murmullos velarán nuestros descansos.

En la luz de los destellos semejantes a ti,
por fin sabrás que todo desamor:
nos ayudó a crecer...

Y yo, apenas hijo de la Vida,
sonreiré por lo que fue.